lunes, 14 de diciembre de 2015

El problema de la sal refinada


BLOG ESTO NO ES COMIDA. EL PROBLEMA DE LA SAL REFINADA:
http://estonoescomida.com/el-problema-de-la-sal-refinada/


Os voy a copiar algunos párrafos del libro La Sal Saludable
de Néstor Palmetti:
Hay que hacer un cierto esfuerzo para comprender porqué algo tan saludable como la sal, se ha convertido en nuestro tóxico diario. Como siempre, no hay un motivo único, sino una sumatoria de factores. Por ello conviene analizar el tema desde distintos ángulos: químico, físico, productivo, cultural, etc. Pero veremos que todos confluyen finalmente en el bendito interés económico, que -irónicamente- muestra poco interés por la salud. ¿Será que en la economía de los negocios, una persona sana no es “rentable”?
Analizaremos el problema de la sal desde dos aspectos complementarios: el plano material y el plano energético. Podemos comenzar advirtiendo que el centro de la cuestión está en la refinación industrial. Analizada desde el punto de vista químico, la diferencia entre una sal marina integral y la moderna sal de mesa de uso corriente, resulta abismal. La simple evaporación del agua de mar, deja como consecuencia un residuo sólido, al cual llamamos sal. Este residuo está compuesto por los 84 elementos estables de la tabla periódica, aquella que estudiábamos en el colegio secundario. Por supuesto que el cloro y el sodio son los principales elementos cuantitativos, representando casi el 90% de su composición. Pero la importancia cualitativa de ese 10% restante es verdaderamente extraordinaria.

Dado que toda la vida del planeta surgió del lecho marino, es obvio que hay una semejanza intrínseca y funcional con aquella “sopa madre”. Todas las formas de vida (plantas, animales, humanos), llevamos incorporada dicha solución en nuestros fluidos internos (savia, líquidos intracelulares, plasma sanguíneo). De esto eran conscientes nuestros antepasados, gracias a su intuitiva visión holística; pero nuestro reduccionista modernismo industrial se encargó de echar por tierra esta perspectiva. Concretamente en la sal, se comenzó por pensar en términos de “suciedad”: había que lavarla y purificarla para presentarla como un producto “limpio e higiénico”. Este concepto funcionó -y lo más triste es que aún funciona a nivel masivo- también con otros alimentos básicos y sujetos a procesamiento industrial: harina,
arroz, azúcar, aceite, etc.
EL PROBLEMA DE LA REFINACIÓN
Pero hay otras razones de “peso”, por las cuales la industria ha desarrollado complejos y costosos procedimientos de limpieza y purificación de la sal. Y es precisamente porque se fue descubriendo el gran valor industrial del componente básico de la sal (el cloruro de sodio ó cloruro sódico) en el desarrollo de los productos de síntesis química. Una vez liberado de “impurezas” (y por tanto del equilibrio iónico que le confieren los restantes 82 elementos), el cloruro de sodio es un reactivo perfecto y económico. Por esta razón se perfeccionó la técnica de refinación y limpieza, a fin de conseguir la máxima pureza en la producción de cloruro sódico. Esta sustancia se convirtió en un elemento imprescindible de la industria química, sobre todo para la producción de plásticos, aceites minerales, desmoldantes, etc. También la industria alimentaria la incorporó en su batería de aditivos preservantes, como inhibidor de procesos de descomposición: un ejemplo es el yogurt, que contiene cloruro de sodio, no como saborizante sino como conservante.

Por estas razones se refina exhaustiva y prolijamente la sal en el mundo moderno. Una sola cifra nos permite comprender mejor esta realidad: el 93% de la sal que se refina en el planeta está destinada a fines industriales no alimentarios, un 4% es utilizado por la industria alimentaria como conservante; apenas el minoritario 3% restante se destina al uso como sal
de mesa. Traducido en términos más sencillos, “de paso” la mesa “liga” los “beneficios” de la excelente “pureza” de la refinación industrial y nuestras amas de casa se “benefician” al disponer de un producto “inmaculado” y que no se apelmaza.

También existe otra importante fuente de cloruro de sodio, que si bien no proviene de la refinación, es consecuencia de un desecho industrial y por tanto arrastra la nocividad de la manipulación tecnológica, sobre todo a nivel energético. Nos referimos a las fábricas de pastas para papel o “pasteras”, tan en boga últimamente por la cuestión ambiental. El cloruro de sodio es uno de los desechos emergentes del proceso de producción de la pasta celulósica, base de la industria papelera. Como rezan las advertencias de las películas, “cualquier relación entre esta actividad y marcas de sal, es solo pura coincidencia”.
Siguiendo con la refinación de la sal, digamos que en 1971 el gobierno japonés decretó que toda la sal para consumo humano se debía elaborar por el dudoso proceso de intercambio de iones, que usa 3.000 voltios y 120 amperes de electricidad para extraer los iones de cloruro de sodio del agua de mar. Un físico atómico, Katsuhiko Tani, contrario a esta decisión oficial, comenzó a realizar estudios al respecto, creando la Asociación de Investigación de la
Sal.
En una de sus primeras experiencias, Tani trabajó con almejas vivas sumergidas en distintas concentraciones de sal naturalmente obtenida por evaporación de agua de mar. Luego imitó estas concentraciones con la sal para consumo humano y con la sal de potasio (cloruro potásico), un sustituto artificial para hipertensos. El resultado: las almejas sumergidas en las soluciones con sal natural reaccionaron abriendo sus caparazones, mientras aquellas sumergidas en las soluciones con sal obtenida por intercambio de iones o con sal de potasio, permanecieron cerradas, reaccionando como si estuvieran en un ambiente hostil.
Los párrafos anteriores tienen que ver con una trágica realidad que a casi nadie preocupa: el cloruro de sodio, como compuesto químicamente puro, no existe en la naturaleza. Algo análogo ocurre con la sacarosa (azúcar blanco). Biológicamente el organismo no reconoce estas sustancias refinadas y de extrema pureza; es más, las considera tóxicas por su reactividad. Irónicamente, por la misma razón que la industria aprecia al cloruro sódico (capacidad reactiva), el organismo lo rechaza.
Para comprender mejor esta “fobia” corporal hacia los compuestos químicamente puros, podemos usar dos ejemplos burdos pero ilustrativos: la caña de azúcar y la hoja de coca. Estudios hechos en Sudáfrica sobre muestras de orina de dos mil trabajadores de plantaciones de caña de azúcar, no hallaron trazas de glucosa, pese a que en promedio mascaban 2 kg
diarios de caña, o sea que ingerían unos 350g de azúcar por día. La explicación es sencilla: mientras la caña mascada es un alimento natural, completo y fácilmente metabolizable, el azúcar refinado es un producto extraño y nocivo para el organismo. Otras investigaciones realizadas en África e India muestran que la diabetes es desconocida en pueblos que no
incluyen carbohidratos refinados en su dieta.
Respecto a la coca, es simple observar en los pueblos andinos que el cotidiano consumo de la hoja mascada (benéfica para el apunamiento) no genera los efectos devastadores del extracto refinado, conocido como cocaína. Siempre estamos hablando de productos vegetales, pero de por medio está presente el proceso de refinación y purificación.
EL PROBLEMA DE LA ADITIVACIÓN
Volviendo a la sal refinada de mesa, no todo termina en el “desguace” de sus restantes 82 elementos constitutivos. Luego “sufre” la aditivación de otros compuestos refinados. El caso del yodo y el fluor, ambos minerales tóxicos y reactivos en las formas antinaturales que se adicionan industrialmente. ¿En que argumentos se basa este procedimiento, obligatorio por ley?: resolver problemas tiroideos (yodo) y proteger la salud dental (fluor). Pero nadie toma en cuenta que el cuerpo no puede metabolizar la suplementación artificial de yoduros y fluoruros. Muchos científicos están advirtiendo que estos compuestos son los principales responsables de la formación de nitratos en el estómago; y se sabe que los nitratos son las sustancias cancerígenas más agresivas, y responsables de tumores selectivos en muchos órganos. También son responsables de reacciones alérgicas y otros problemas de salud. Recientes estudios demuestran que la adición de yoduros a la sal de mesa puede causar hipertiroidismo, tiroiditis autoinmune y disminución de fertilidad. Por su parte el fluor, aún en concentraciones bajas, está relacionado con problemas neurológicos y endocrinos, afectando el
sistema nervioso y provocando déficit de atención (DDA) en niños y adultos.
A este trágico panorama, se suma la aditivación de otros preservantes, por supuesto que todos legalmente autorizados e incluso sin obligación de ser declarados en las etiquetas. Además de yoduro de potasio, la industria de la sal adiciona dextrosa, un tipo de azúcar que sirve para evitar la oxidación del yodo (¡¡¡o sea que la sal tiene azúcar!!!). Luego le agregan bicarbonato sódico, para que la sal no tome un tinte púrpura  ras la adición del yoduro de potasio y la dextrosa. Para evitar el apelmazamiento se adiciona hidróxido de aluminio. Es bien conocida la relación aluminio-Alzheimer y el papel que juega este metal liviano en las disfunciones neuronales, bloqueando los procesos del pensamiento. ¡¡¡Como si no tuviésemos bastante con el uso de utensilios de aluminio en la cocina, latas de aluminio para las bebidas o papeles de aluminio para envolver alimentos!!!
Otros aditivos que encontramos en la sal de mesa son: el carbonato cálcico, que no es otra cosa que un pulverizado de huesos animales, el aluminato de silicio sódico, el ferrocianuro de sodio, el citrato verde de amoníaco férrico, el prusiato amarillo sódico y el carbonato de magnesio.
EL PROBLEMA DEL SODIO
A través de la sal refinada, ingresa diariamente al organismo gran cantidad de sodio, un mineral que si bien es necesario en la química corporal, hoy en día se ha convertido en un problema a causa de su excesivo consumo, sobre todo en formas inorgánicas. El sodio contribuye al mantenimiento del equilibrio ácido-base y del balance hídrico y electrolítico del organismo, siendo necesario para la correcta transmisión del impulso nervioso y para la excitabilidad normal de los músculos. La forma ideal de su consumo es a través de los alimentos frescos, que lo contienen en modo biológicamente asimilable. Pero el enorme consumo de sodio (representa el 40% de la sal común) proviene de productos industriales y a su vez está relacionado con deficiencias del electrolito sinérgico: el potasio. El desorden sodio/potasio se ha convertido en una de las grandes causas de los modernos problemas de salud.

Salinas de Torrevieja
Normalmente se piensa -y así lo sugieren los especialistas- que con evitar la sal se resuelve el problema del exceso de sodio. Sin embargo, el consumidor moderno se ve expuesto a la inadvertida presencia de variadas y a veces nefastas formas de sodio en los alimentos industrializados de uso corriente, la mayoría de las cuales no están indicadas en las etiquetas de los productos que las contienen. Un ejemplo es el pan común, que suele aportar 1,3% de sal, o sea unos 500mg de sodio por cada 100g de un producto que se consume en grandes cantidades. Si tenemos en cuenta que la OMS recomienda que las personas adultas no superen los 6 gramos de sal al día (2,4 gramos de sodio), vemos que solo 500g diarios de pan bastan para superar dicho valor.
El cloruro de sodio refinado es ampliamente utilizado por la industria alimentaria, que además de la propiedad saborizante, toma en cuenta el aspecto conservante de la sal. En muchos productos se usa en forma abundante para resaltar cualidades gustativas, mientras que en otros cumple una función preservante. Además, el sodio forma parte de gran cantidad de aditivos alimentarios legalmente autorizados: conservantes, estabilizantes, emulgentes, espesantes, gelificantes, potenciadores de sabor o edulcorantes. Veamos aquí la nómina de 44 aditivos basados en el sodio, que a veces aparecen en las etiquetas con la simple indicación numérica:
E-201 sorbato sódico
E-211 benzoato sódico
E-215 derivado sódico del 4-hidroxibenzeno
E-221 sulfito sódico
E-222 bisulfito sódico
E-223 metabisulfito sódico
E-237 formiato de sodio
E-250 nitrito sódico
E-251 nitrato sódico
E-262(i) acetato sódico
E-262(ii) diacetato sódico
E-281 propionato sódico
E-301 ascorbato sódico
E-325 lactato sódico
E-331a citrato monosódico
E-331b citrato disódico
E-331c citrato trisódico
E-335a tartrato monosódico
E-335b tartrato disódico
E-337 tartrato sódico-potásico
E-339a fosfato monosódico
E-339b fosfato disódico
E-339c fosfato trisódico
E-350i malato sódico
E-350ii malato ácido de sodio
E-401 alginato sódico
E-450a(i) difosfato disódico, trisódico
E-450b(i) trifosfato pentasódico
E-450c(i) polifosfatos de sodio
E-470 sales sódicas, potásicas y cálcicas
E-481 estearoil 2-lactil-lactato sódico
E-500a carbonato sódico
E-500b bicarbonato sódico
E-500c sesquicarbonato sódico
E-514 sulfato sódico
E-524 hidróxido sódico
E-535 ferrocianuro sódico
E-541 fosfato ácido de sodio y aluminio
E-554 silicato de sodio y aluminio
E-576 gluconato de sodio
E-621 glutamato monosódico
E-627 guanilato sódico
E-631 inosinato disódico
E-635 5´-ribonucleótido sódico
Párrafo aparte para el glutamato monosódico, considerado como un aditivo peligroso. Su empleo en la industria alimentaria y en la restauración se remonta a casi medio siglo de historia, como potenciador de sabor. El E-621 (tal su identificación en las etiquetas) actúa como neurotransmisor, implicado en la respuesta sensorial característica del sentido del gusto, al intervenir en la transmisión de señales eléctricas a lo largo de las neuronas. Normalmente se usa en comidas precocidas, sopas, aperitivos, salsas, embutidos, cereales, carnes, mezclas de especias, conservas, alimentos procesados, sopas de sobre, cubitos de caldo, aderezos, etc.
Pese a estar autorizado su uso, numerosos estudios han cuestionado seriamente la inocuidad del glutamato monosódico. Investigadores japoneses lo relacionan con la pérdida de visión a largo plazo y la ceguera. En diversos experimentos se demostró que su inyección directa en el ojo, en concentraciones entre bajas y moderadas, causa daño nervioso. Una
investigación clínica de la Universidad Complutense de Madrid, ha revelado que la ingesta de glutamato monosódico aumenta considerablemente el apetito, con el consiguiente riesgo de obesidad. Consumido en exceso y/o desde la infancia, puede modificar el funcionamiento de una zona del cerebro que regula el apetito, aumentando el deseo de comer hasta en un 40%.

En síntesis, el glutamato monosódico puede producir: contracciones musculares en la cara y el pecho, palpitaciones, ataques de asma y jaquecas, esterilidad, obesidad y el famoso “síndrome del restaurante chino” (rigidez muscular en cuello y mandíbula, degeneración de las células del cerebro, problemas gástricos, rigidez y/o debilidad en las extremidades, visión borrosa, mareos, cefaleas, opresión torácica, sensación de calor y hormigueo, aturdimiento y
enrojecimiento facial). Puede ser suficiente la ingesta de 3 gramos de esta sustancia para generar dicho síndrome.
PERJUICIOS DE LA SAL REFINADA
Creímos conveniente abordar los daños que produce el consumo de sal refinada, recién después de haber pasado revista a la problemática industrial. Esto nos permite comprender mejor los mecanismos defensivos que debe desarrollar el organismo para intentar neutralizar esta agresión cotidiana. Como hemos visto, el problema tiene dos facetas principales e
igualmente graves: la pésima calidad (física, química y energética) y la elevada cantidad que se ingiere.
El consumo principal de sal refinada proviene de los alimentos industrializados, que, como vimos, la utilizan por sus efectos gustativo y conservante. En este aspecto no hay que pensar solo en conservas o típicos productos salados (aceitunas, jamones, quesos, embutidos, fiambres, papas fritas, caldos en cubos o polvos, etc), sino en alimentos aparentemente inofensivos (panificados, o el “saludable” yogurt diario que tiene cloruro sódico como conservante).
Más allá del desguace provocado por la refinación, el principal problema de la moderna sal de mesa para la salud humana, es justamente aquello que la hace un inapreciable ingrediente de la química industrial: su reactividad. Frente a la amenaza que representa este compuesto reactivo (cloruro sódico), el organismo se ve obligado a poner en marcha varios mecanismos de
defensa que, además de generar un importante gasto de energía y recursos, no bastan para resolver totalmente la magnitud del problema.
RETENCIÓN DE LÍQUIDOS
Un primer mecanismo de neutralización es la hidratación y se basa en el empleo de agua intracelular o plasma. Este precioso elemento -un recurso limitado en el organismo y originalmente destinado a otros fines fisiológicos- se usa para compensar iónicamente la reactividad de las moléculas de cloruro sódico. Cada gramo de cloruro de sodio que debe ser contrarrestado, exige el consumo de 23 veces su peso en agua intracelular. El producto resultante, aunque haya sido balanceado eléctricamente, igualmente debe ser eliminado como sustancia tóxica. Los riñones pueden excretar sólo una parte: se calculan unos 5/7 gramos diarios, frente a un consumo promedio de 12/20 gramos. Este déficit cotidiano entre lo que ingresa por boca y lo que puede salir por vía renal, es uno de los grandes problemas que nuestro estilo de vida le crea al organismo. Para tomar conciencia de la magnitud del problema, basta multiplicar estos valores por los 30 días de un mes o los 365 días del año!!! Aquí también podemos encontrar el verdadero origen de otra difundida problemática moderna: la retención de líquidos. Esto deriva en aumento de peso y mayor exigencia para órganos (corazón, hígado, riñones), que deben trabajar en exceso.
Otra consecuencia negativa de este mecanismo cotidiano de neutralización, es la merma del volumen de líquido intracelular. Frente al gran caudal que demanda el cuantioso ingreso de moléculas reactivas, el organismo se ve obligado a optar entre atender las naturales necesidades de plasma para la renovación celular (los millones de células que se fabrican diariamente, requieren este fluido corporal como principal material constitutivo) y la exigencia de neutralizar la peligrosa reactividad, usando este vital elemento. La consecuencia a mediano plazo es la paulatina deshidratación celular y corporal, también conocida como senilidad latente. Beber agua no basta para reponer dicha carencia, pues el agua intracelular no es
únicamente H2O, sino también los restantes 82 elementos que forman el plasma marino. En síntesis, por un lado el organismo tiene un nefasto exceso de cloruro sódico y por otro, una grave carencia de sal completa y correctamente estructurada.
OBESIDAD Y CELULITIS
El cloruro sódico que no logra eliminarse por vía renal, al permanecer en el cuerpo, genera un segundo mecanismo de neutralización: la captura lipógena. El organismo “reclama” células grasas para “encapsular” al cloruro de sodio “vagante”. Por este medio, el cuerpo busca aislar material toxico que no puede evacuar en el momento, a la espera de algún momento de
pausa, en el cual eliminarlo definitivamente del medio. Ese momento sería, por ejemplo, un ayuno, que demás está decir, jamás tiene lugar en nuestro vertiginoso ritmo de vida.
Como consecuencia de este segundo mecanismo de neutralización, el organismo va formando un tejido esponjoso que deposita en la hipodermis, el estrato más profundo de la piel. Este edema acidulado genera dos consecuencias por demás conocidas y temidas: sobrepeso y celulitis. Puede afirmarse que este proceso de neutralizar sustancias tóxicas (no solo el cloruro de sodio) en el tejido graso, es una de las causas profundas de la obesidad, aunque sea algo difícil de aceptar a causa de nuestro condicionamiento cultural. Concretamente: más toxinas quedan en el organismo por colapso de los emuntorios, más
incremento de grasa corporal. O dicho de otro modo: la toxemia corporal genera obesidad.
CRISTALIZACIÓN Y ESCLEROSIS
Las moléculas de cloruro de sodio que no consiguen ser eliminadas por los riñones o aisladas en el tejido graso, obligan a desarrollar un tercer mecanismo de supervivencia: la cristalización. Y bien decimos supervivencia, porque la acumulación de más de 35g de estos cristales puede resultar letal para el cuerpo. El cloruro sódico se une con aminoácidos de origen animal (presentes en los productos lácteos y cárnicos) y da lugar a la formación de cristales de ácido úrico. Los cristales que no consiguen ser evacuados del organismo, se depositan en huesos y articulaciones a la espera de una oportunidad futura de excreción (tal como sucede con el tejido graso), provocando dolores osteoarticulares (artritis, gota, reuma) por sus
características punzantes. Otros cristales de ácido úrico se recombinan con más cloruro de sodio y oxalatos de calcio, dando lugar a la formación de arenillas y cálculos (vejiga, riñón, vesícula). Otra variante de esta cristalización la encontramos en las paredes de venas y arterias, causando fragilidad capilar y esclerosis. La cristalización es, originalmente, un mecanismo
protectivo y de emergencia que el organismo desarrolla para defender la calidad del medio celular y el correcto funcionamiento de las células. Pero la cronicidad de la intoxicación termina por envenenar al sistema, ya que el exceso de cristales no consigue ser evacuado del organismo y ello provoca graves dolencias, también crónicas.
Otros perjuicios del consumo de sal refinada han sido evaluados por distintos investigadores: problemas emocionales, excitación, insomnio, fatiga, úlceras, dependencia adictiva, hipertrofia de las glándulas suprarrenales, pérdida del cabello, estreñimiento, cáncer de estómago y osteoporosis (el exceso de sal incrementa la excreción de calcio a través de la
orina, favoreciendo la desmineralización del hueso). La diagnosis oriental brinda indicadores físicos para detectar la excesiva presencia de sal en el organismo: piel oscura, rigidez muscular, mandíbulas apretadas, dientes inferiores sobresalientes, derrames en el blanco del ojo, orina fuerte y heces oscuras y confitadas.
ALTERNATIVAS A LA SAL REFINADA
Tras haber abordado la cuestión energética y las disparidades entre cristales naturales y refinados, conviene detenernos en las diferencias que existen entre las distintas opciones naturales de sal. Vimos que en la antigüedad, una de ellas estaba reservada a la nobleza (sal de roca) y otra a la plebe (sal de mar). Ahora veremos los motivos de esta discriminación, quedando la duda si ello se hacía por cuestiones esotéricas o intuitivas.
Ambas tipos de sal provienen del plasma marino, y se originan como consecuencia de la evaporación del agua. La sal marina natural se produce generalmente en zonas costeras, a través de una antigua técnica de evaporación en cuencas comunicadas por canales. En este caso, es evidente que el estado de contaminación del mar repercutirá en la contaminación de la sal así obtenida. Antiguamente esto no era un problema. En cambio, hoy día todos los mares y sobre todos aquellos de los litorales habitados, están recibiendo la descarga de desechos cloacales e industriales. A esto se agrega el efecto provocado por la navegación y sus continuos e inevitables accidentes. La contaminación no solo se visualiza en términos de metales pesados e hidrocarburos, sino en la consiguiente incorporación de los patrones vibratorios disonantes, propios de estos desechos.
Otra fuente de sal marina son las minas a cielo abierto, donde simplemente se recogen antiguas evaporaciones que han quedado ahora circunscriptas a territorios mediterráneos. En el caso de nuestro país, podemos citar los salares de La Pampa, San Luis o Córdoba. En estos casos es habitual el procedimiento de “limpieza” o “lavado”, consistente en extraer “impurezas”, que no son otra cosa que preciosos oligoelementos (minerales traza) claves para nuestra salud. El mayor o menor grado de esta inútil intervención humana, que quita microminerales claves para la salud, determina la mayor o menor calidad del producto final. Obviamente, cuanto más blanco y corredizo, más refinado y empobrecido. Aquí no nos referimos a la refinación industrial para obtener cloruro de sodio puro, sino simplemente al lavado que se realiza para “mejorar” la presentación del producto, o bien para cumplir con los grados de pureza que exige la ley a través del Código Alimentario (ver apéndice al final de libro).
En el caso de la sal andina, estamos hablando de residuos de evaporaciones ocurridas hace 250 millones de años, que luego de capturar la energía fotónica del sol, han sido sometidos a inmensas presiones de antiquísimos plegamientos. Estas transformaciones biotectónicas, han impreso un particular patrón energético en su estructura cristalina y la han preservado de contaminaciones. La sal de cristal de roca o sal gema se encuentra en brillantes venas blanquecinas o rosáceas, lo cual obliga a un proceso extractivo artesanal.
Técnicamente, el cristal de sal de roca (o gema, según la legislación nacional) recibe el nombre de halita y su disponibilidad está limitada a ciertas regiones del planeta. Por ejemplo, existen vetas en el Himalaya, sobre las cuales recientemente se han realizado importantes estudios y análisis que revalorizaron su potencial y generaron la reactivación de su explotación manual. En nuestro continente tenemos depósitos de estos preciados cristales a lo largo de los plegamientos andinos. Sin embargo, el desconocimiento y la prohibición para consumo humano, hacen que sólo las poblaciones locales hagan uso de este recurso y, más que para el uso humano, ¡¡¡para complementar la dieta de sus animales de pastoreo!!! Pero estas cosas no suceden solo por presunta “ignorancia campesina”. Es interesante notar que el Código Alimentario Argentino permite para consumo humano solamente aquellos cristales transparentes y de gran pureza (99,5 % de cloruro de sodio). En cambio “la sal gema impura, blancuzca o grisácea… podrá expenderse para la alimentación de animales únicamente” (ver artículo 1271 del apéndice, al final del libro).
Con el devenir de la revolución industrial, las minas de cristal de roca fueron cayendo en el abandono, no pudiendo competir a nivel de volúmenes y costos de extracción y transporte, con el sencillo sistema de los salares a cielo abierto. También por esta causa fue perdiendo importancia económica la producción de sal por evaporación, en los litorales marinos. Finalmente la abundante y económica oferta de sal industrial refinada, terminó por generar un cono de sombra sobre ambas fuentes de sal natural.
Más allá de la pureza, garantizada por la presencia de los cristales enteros, la diferencia fundamental entre la sal marina y la sal andina tiene que ver con el aspecto energético. Sería como comparar un guijarro de arroyo y un diamante. Los elementos del guijarro son de composición grosera, pues no han estado sometidos a grandes presiones durante millones de años. En cambio los cristales de roca muestran una composición más refinada, por efecto de estas antiquísimas compresiones tectónicas. Y es esta sutil energía, también llamada por los biofísicos “patrón energético altamente ordenado”, la que se libera al disolver los cristales en agua. Por este sencillo proceso, más conocido como hacer salmuera y que veremos luego en detalle, también estamos disolviendo los quantos de luz (los biofotones más puros) fijados en la red cristalina. De ese modo obtenemos una sopa primaria, similar a la que originó la vida en la tierra, similar al líquido amniótico del vientre materno y similar también a nuestro plasma sanguíneo.
La forma más práctica y eficiente de consumir sal andina, es a través de su disolución en agua, con lo cual se logra lo que técnicamente se llama solución salina y que vulgarmente se conoce como salmuera. De ese modo, los componentes minerales y energéticos contenidos intactos en los cristales, se difunden en el medio acuoso, que hace las veces de eficiente vehículo.
Normalmente se consiguen los cristales de sal ó la salmuera preparada. Para preparar salmuera en casa, basta colocar los cristales de sal andina en un frasco de vidrio con agua limpia, removiendo luego. Al cabo de 24 horas estaremos en presencia de una solución saturada. Este límite es infranqueable y representa una garantía de concentración, sin necesidad de controlar pesos y medidas. De todos modos, para ayudar a dimensionar el recipiente a utilizar, digamos que 500 gramos de cristales de sal generan aproximadamente dos litros de salmuera o solución saturada.
Por último, existen alternativas desarrolladas con el fin de ennoblecer el tenor mineral de este condimento básico; nos referimos a la sal andina enriquecida. Como hemos visto, la aditivación mineral se convierte en un factor tóxico cuando se realiza a partir de compuestos refinados o de síntesis química. Esto lo sabían los orientales, que desarrollaron un excelente suplemento mineralizante: el furikake. Se trata de un artesanal preparado japonés, resultado de combinar hojas escaldadas y pulverizadas (mora, escarola, zanahoria, nabo, etc). Dichas hojas poseen una característica en común: la alta cantidad y calidad de los minerales orgánicos contenidos, fácilmente asimilables por el organismo. En el caso de la sal andina enriquecida, se agregan también pulverizados de hojas condimentarias (salvia, orégano, apio, perejil, espinaca y romero) y algas (kelp y espirulina), lo cual aporta gran dosis de sabores y principios activos, nutricionales y terapéuticos. Al combinar la sal andina con este pulverizado de hojas y algas, el resultado es un exquisito aderezo saborizante y mineralizante, ideal para usar en la preparación de rehogados, nitukes, estofados, guisos, caldos, ensaladas, etc.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

MANDA HUEVOS...

Con este sugerente título que posiblemente haya llamado tu atención (por eso espero al menos conquistar tus 8 minutos de precioso tiempo, necesarios para leer este post) quiero participar una cuestión sobre la cual me he estado informando recientemente. He de confesar y sin afán de hacer publicidad o fomentar un tipo de consumo, que desde hace un tiempo me he apuntado a -  lo que mi amigo Spartangourmet (www.spartangourmet.blogspot.com.es) llama con acierto - las "gallinas felices". 

De nuevo un poquito de información extra sobre alimentación saludable que nunca viene mal conocer...


"En el supermercado podemos encontrar cuatro tipos de huevos que se clasifican según el sistema de cría. Es obligatorio que esta información aparezca en la etiqueta del estuche con un texto, pero además, podemos confirmarla en el código que aparece impreso en el huevo. Así, si el primer dígito es 3, estamos ante un huevo procedente de una gallina en jaula (el sistema más habitual en España); el 2 se refiere a gallinas criadas en suelo, el 1 corresponde a las camperas, y el 0 a las ecológicas.



Estas últimas pueden moverse por corrales al aire libre, al igual que las camperas, pero, a diferencia del resto, consumen un pienso procedente de agricultura ecológica y tienen que cumplir las normas específicas de esta producción. Esta normativa prohíbe el empleo de cualquier sustancia química y de origen artificial y los animales deben encontrarse libres, en campos en los que no se hayan utilizado abonos químicos ni plaguicidas.

La pregunta que nos hacemos es: ¿afecta la forma de producción a la calidad del huevo? ¿son mejores los huevos de gallinas criadas al aire libre con piensos ecológicos que las que comen un pienso estándar y viven en una jaula? El doctor Alfonso Carrascosa, científico del CSIC y experto en seguridad alimentaria, se muestra rotundo: «No está demostrado científicamente que los huevos ecológicos sean mejores ni desde el punto de vista nutricional, ni organoléptico, ni siquiera para el medio ambiente». El experto asegura que los estudios que se han llevado a cabo para comparar aspectos nutricionales y sensoriales de huevos de distinta procedencia han dado como resultado que «no hay diferencias significativas entre ellos». «La gente puede estar tranquila porque los huevos de gallinas en jaula nutren igual de bien que los camperos o ecológicos», asegura el doctor Carrascosa, quien señala que el que nos parezcan más o menos sabrosos es una percepción subjetiva: «No hay ni un solo estudio científico riguroso, objetivo y no inducido que diga que tienen más sabor».

No obstante, no todos los científicos opinan lo mismo y existen firmes defensores de la calidad del huevo de gallinas criadas en libertad (ver http://albeitar.portalveterinaria.com/noticia/12453/Actualidad/Un-experimento-de-campo-demuestra-que-la-produccion-de-huevos-mejora-con-gallinas-camperas.html, entre otros...)

La doctora Selgas (UCM) añade que tampoco podemos decir que unos sean más sanos que otros. «Sano es todo aquel producto que contenga los nutrientes que se necesitan y que sea seguro desde el punto de vista microbiológico y sensorial. Por tanto, todos los huevos son sanos, excepto aquellos que pueden provenir de gallinas enfermas, en cuyo caso, no salen a la venta nunca», matiza.

Otro de los aspectos que ha sido objeto de leyenda urbana es el color de la cáscara, que no determina en ningún caso la calidad del huevo. «Una gallina blanca pone huevos blancos y una morena, morenos. Antes se consumía más el blanco, pero empezó a asociarse el moreno con lo rural y se puso de moda. Es una cuestión de preferencias, pero no hay ninguna diferencia nutricional», asegura la directora del Instituto del Huevo.

En cuanto a los huevos enriquecidos en omega 3 que ahora podemos encontrar en las estanterías de los supermercados, son consecuencia de adicionar estos ácidos grasos a los piensos que consumen las gallinas, pero el doctor Carrascosa advierte: «Una cosa es que pueda aparecer una concentración mayor de esa sustancia en el huevo y otra es que esto tenga un beneficio para la salud inmediato, que no es tan fácil de demostrar».

Así viven las gallinas según la forma de cría:

La producción de huevos y la cría de gallinas ponedoras está regulada por leyes tanto nacionales como europeas. Se establece desde el espacio que tiene cada ave hasta el modo de etiquetado. Otra cosa es, desde luego, que cada granja cumpla con la normativa aplicable, pero para eso habría que hablar con los inspectores de sanidad y conocer los informes sobre cada proveedor...

Demos por hecho que las cosas se hagan cumpliendo la normativa aplicable. Aquí se reflejan los datos esenciales de cada tipo de crianza, según la normativa vigente:

Granjas de gallinas en jaulas (volvamos a la imagen de arriba: código del huevo "3"):   Viven en jaulas diseñadas especialmente para facilitar la recogida de los huevos, evitando que se ensucien con estiércol, tienen acceso al agua y a una alimentación equilibrada a base de pienso, aunque no a la luz solar. Estas instalaciones facilitan el control sanitario y la limpieza, aunque los animales son criados en condiciones de hacinamiento y falta de movilidad (comparado con gallinas de suelo o camperas). Según la legislación aplicable las gallinas deberán estar dentro de jaulas acondicionadas (con nidales, perchas, yacija para escarbar lima de uñas) y con sistemas de recogida de los huevos que evitan que se ensucien con el estiércol.

Algunos detractores de estos métodos de crianza denuncian estas granjas avícolas como centros de explotación animal, dónde se llega a criar a gallinas totalmente a oscuras y se les despluma para que produzcan huevos más grandes (sí, de esos de tamaño XL con código 3 del supermercado...). Este procedimiento que se lleva a cabo en las granjas de ponedoras se llama "muda forzada" (ver entre otros artículos: http://wgbis.ces.iisc.ernet.in/energy/HC270799/HDL/spanish/pc/m0034s/m0034s0a.htm).

También se dice que el hacinamiento lleva a la propagación de enfermedades por lo que en estas naves se trata sistemáticamente a las gallinas con antibióticos, cuyas trazas pasarían a los huevos...

Es el sistema más habitual en España y del que emanan la mayoría de los huevos que consumimos habitualmente en hostelería y compramos en el Súper.


Granjas de gallinas en suelo "2": Se mueven libremente dentro de una nave, en la que tienen comida, agua, ponederos y zonas de descanso. Las gallinas se alojan en naves en las que se mueven libremente, con uno o varios niveles (alturas). Tienen nidos, perchas, yacija (al menos 250cm2 por ave) y una densidad de aves que no debe ser superior a 9 gallinas por metro cuadrado de superficie utilizable. similar al sistema anterior pero con la diferencia de que las gallinas tienen más espacio para moverse.


Granjas de gallinas camperas "1": Además de una nave como el de las gallinas en suelo, tienen corrales al aire libre donde salen a picotear, escarbar y darse baños de arena. Aquí de nuevo la legislación regula el espacio mínimo por cada ave, aunque el tipo de alimentación no es muy diferente a las gallinas de los dos tipos anteriores.




Granjas de gallinas ecológicas "0": Las instalaciones son similares a las granjas camperas, pero las gallinas se alimentan con pienso que procede de la agricultura ecológica (al menos en un 80%) y tienen que cumplir las normas específicas de esta producción.


El precio de cada huevo según estos métodos de crianza varía sensiblemente, siendo los huevos de código 0 y 1 significativamente más caros que los 2 o 3. El precio de la alimentación ecológica, sin duda alguna, encarece mucho el producto final.

Ahora ya sabes un poquito más sobre este alimento tan básico y habitual de la puerta de tu nevera.

jueves, 27 de noviembre de 2014

NIKOLA TESLA. ESE GENIO OLVIDADO...

La Vida Secreta de Nikola Tesla
 Siempre me ha fascinado la vida de Nikola TESLA, ese inventor del que poco sabemos aunque a todos nos suena el nombre...TESLA, injustamente tratado por la historia, está detrás de una gran parte del progreso de nuestros días. 


Dedico este artículo a Pablo G.R. que tanto gusta de  leer sobre inventos e inventores...

Nikola Tesla fue, sin ninguna duda, uno de los más grandes genios del siglo XIX y XX. Nuestro estilo de vida ahora, la tecnología que damos por normal, todo esto es posible por este hombre increíble. No obstante, a pesar de todas sus contribuciones a la ciencia, su nombre es poco recordado fuera del campo de la física. De hecho, Thomas Edison es a menudo erróneamente acreditado en los libros de texto con invenciones que fueron realmente desarrolladas y patentadas por Tesla.

La mayoría de los eruditos reconocen que la oscuridad en torno a Tesla es parcialmente debida a sus maneras excéntricas y a sus fantásticas afirmaciones, durante los años decadentes de su vida, de comunicarse con otros planetas y sobre sus rayos mortales. Es ahora sabido que muchos de estos fantásticos inventos de Tesla son científicamente válidos y funcionales. Simplemente le ha tomado a la humanidad mucho tiempo ponerse al día con algunas de las asombrosas ideas de un hombre que murió en 1943. 


Nikola Tesla nació el 9 de julio de 1856, en Smiljan, Croacia, que por aquel entonces formaba parte del imperio Austro-Húngaro. Su padre abandonó la carrera militar para convertirse en sacerdote de la Iglesia Ortodoxa Serbia. Su madre, aunque no recibió educación formal alguna, era brillante y tenía una memoria excepcional. 

Tesla siempre decía que su madre era la fuente de sus capacidades intelectuales. No obstante, la temprana muerte accidental de su hermano lo dejó marcado para toda su vida, ya que se consideraba culpable de ese accidente. Y con esa culpa cargó hasta el día de su muerte. 

Durante su juventud se dedicó tanto al estudio que su familia temió por su salud. Su padre advirtió que la ingeniería, disciplina que requiere años de intensos estudios, y a la cual aspiraba Nikola, podía comprometer su bienestar físico y mental. Intentó convencerlo, entonces, de que tomara los hábitos religiosos. A lo largo de su carrera Tesla padeció diversas enfermedades generadas por su extremada dedicación al trabajo. A pesar de su debilidad física y de haber contraído malaria, Nikola completó exitosamente la carrera de ingeniero. Fue durante este período que Tesla decidió dedicar su vida a la experimentación eléctrica. Al retornar a su hogar, sus padres le manifestaron su preocupación, ya que su salud aún era débil, e insistieron nuevamente para que siguiera una carrera religiosa. Enseguida, Nikola recibió otros contratiempos al contraer cólera y recibir la llamada a filas del ejército de su país. Tesla se desanimó hasta el punto de estar al borde de la muerte. Sabía que de sobrevivir al cólera, debía entrar en el ejército y luego continuar una carrera religiosa. Se desesperanzó y en su lecho de enfermo estaba todo el tiempo malhumorado. Al percibir su estado, su padre se arrepintió y le dio permiso para que siguiera la carrera de ingeniería eléctrica.

Mientras estaba en la Universidad, Tesla pensó que podría ser posible operar un motor eléctrico sin chispas. Pero el profesor le dijo que tal motor requeriría una perpetua moción, y por ello, era imposible. Tesla estaba determinado a probar que su profesor estaba equivocado. En ese tiempo (1889), a pesar de la mofas de los profesores, Tesla patentó el generador de corriente alterna. 

Durante esta década, investigó intensamente otros métodos de generación de energía, incluyendo un colector de partículas cargadas, patentado en 1891. Cuando el New York Times, en junio de 1902, publicó un artículo sobre un inventor que afirmaba que había inventado un generador eléctrico que no requería una fuente externa de combustible, Tesla le escribió a un amigo, que él ya había inventado tal dispositivo. Tesla pregonaba que la invención era un generador eléctrico que no consumiría ningún combustible. Tal generador sería su propio motor principal y era completamente imposible, según los científicos modernos.

Por otro lado en aquella época todos “sabían” que una máquina más pesada que el aire no podía volar, que violaría las leyes de la física... Esta era la opinión aprendida de prácticamente todos los llamados expertos en la materia. Afortunadamente, unas pocas personas, como los Hermanos Wright no aceptaron tales pronunciamientos. Ahora aceptamos normalmente el vuelo de objetos más pesado s que el aire.


ENERGIA LIBRE 

Actualmente, físicos y otros científicos están diciendo cosas similares en contra de la idea de las tecnologías de energía libre. Utilizan términos negativos, tales como pseudociencia y moción perpetua. Y citan leyes físicas que aseveran que la energía no puede ser creada o destruida (1ª ley de la termodinámica), y hay siempre una disminución de la energía útil (2ª ley de la termodinámica). Las invenciones de energía libre son dispositivos que pueden captar un ilimitado suministro de energía del universo, sin quemar ninguna clase de combustible, creando la solución perfecta a la crisis mundial de energía y su contaminación asociada, degradación y destrucción del medio ambiente. Al contrario de los dispositivos solares o de viento, los dispositivos de energía libre necesitan poca o ninguna capacidad de almacenamiento de energía, porque pueden captar tanta energía como se necesite y cuando se necesite. Apropiadamente diseñados, los dispositivos de energía libre no tienen ninguna clase de limitaciones. 

En el periódico Brooklin Eagle, Tesla anunció, el 10 de Julio de 1931 que: “Yo he atrapado los rayos cósmicos y los he hecho operar un dispositivo de movimiento“. Qué son los rayos cósmicos? Nuestro planeta recibe constantemente una lluvia de partículas cargadas. Cada segundo 1000 partículas por metro cuadrado golpean las capas más exteriores de la atmósfera terrestre. Este flujo de partículas (llamado rayos cósmicos), proveniente en su mayoría de nuestra Galaxia, y consisten en un 90% de protones, 9% partículas alfa y el resto son núcleos más pesados que el hidrógeno. Desde épocas muy remotas, los astrónomos han observado la aparición repentina de estrellas en lugares donde antes no se veía ningún objeto astronómico. Estas estrellas nuevas o supernovas, se producen en una explosión termonuclear que proyecta una gran cantidad de partículas energéticas en el espacio interestelar. La fuente más importante de rayos cósmicos son las supernovas en nuestra galaxia.
Más tarde en el mismo artículo, Tesla dijo: “Hace más de 25 años, yo comencé con mis esfuerzos para atrapar los rayos cósmicos, y ahora puedo afirmar que he tenido éxito”. En 1933 hizo la misma afirmación en un artículo para el periódico New York American, bajo el título: Dispositivo para Atrapar la Energía Cósmica. En dicho artículo, Tesla afirmaba: “Esta nueva energía para conducir la maquinaria del mundo será derivada de la energía que opera el universo, la energía cósmica, cuya fuente central para la tierra es el sol, el cual está por todas partes presente, en cantidades ilimitadas”. Esto significaría que el dispositivo del que Tesla hablaba se debía haber construido antes de 1908. Casi con toda seguridad, la idea se le había ocurrido a Tesla años antes. 

Según Oliver Nichelson, quien ha hecho estudios extensivos de Tesla y sus máquinas de energía libre, dice que el dispositivo que, en principio, parece encajar mejor con las afirmaciones de Tesla, se encuentra en su patente para un “Aparato para Utilización de Energía Radiante”, nº 685,957, que fue solicitada el 21 de marzo de 1901, y concedida el 5 de noviembre de 1901. El concepto detrás del lenguaje técnico es aparentemente simple: una plancha aislada de metal es puesta lo más alto posible en el aire. Otra plancha de metal es puesta en el suelo. Un alambre va desde la placa de metal, a un lado del condensador y un segundo alambre va desde la plancha en el suelo hacia el otro lado del condensador. Partículas minúsculas de materia electrificada positivamente actúan sobre la plancha superior, transfiriendo continuamente una carga eléctrica a la misma. El terminal opuesto del condensador, conectado al suelo, puede ser considerado como un inmenso almacén de electricidad negativa. Una débil corriente fluye continuamente en el condensador y ya que las partículas se cargan a un potencial muy alto, esta carga del condensador puede continuar casi indefinidamente.

Ahora llamaríamos a este dispositivo un panel solar-eléctrico. Aunque la invención de Tesla es muy diferente, lo más cercano en tecnología convencional es el foto-voltaje. Una diferencia radical es que los paneles solar-eléctricos convencionales tienen un substrato cubierto con silicón cristalino, mientras que el de Tesla usa silicón amorfo. Los paneles solares convencionales son caros. Pero el panel solar de Tesla es solo una plancha brillante de metal con un recubrimiento transparente de un material aislante. Se consigue que la energía solar cargue este condensador. Conectando alguna especie de dispositivo interruptor, para que pueda ser descargado a intervalos, ya se tendría una salida eléctrica. La patente de Tesla nos dice que es muy simple conseguir energía eléctrica. Mientras más grande sea el área de la plancha aislada, más energía se consigue. No obstante, esto es más que un panel solar, porque no necesariamente necesita luz solar para operar. También produce energía por la noche. Por supuesto, esto es imposible, según la ciencia oficial. Por esta razón, no se puede conseguir una patente de tal invento actualmente. El receptor de energía libre de Tesla se refiere al sol, así como a otras fuentes de energía, como los rayos cósmicos. El dispositivo funciona por la noche debido a la disponibilidad de rayos cósmicos durante la noche. Tesla también se refiera al suelo como un inmenso almacén de electricidad negativa.


PATENTE DE BOBINA ELECTRICA

En 1893, Tesla obtuvo una patente de una bobina eléctrica (“Bobina para electro-imanes”) que era la candidata ideal para ser un extractor de energía no-mecánico. Es un curioso diseño, nada parecido a una bobina ordinaria, que se hace mediante un alambre que se dobla en forma de tubo. El de Tesla utiliza dos alambres puestos uno al lado del otro, pero con el extremo del primero conectado al comienzo del segundo. En la patente, Tesla explica que esta doble bobina almacenará muchas veces la energía de una bobina convencional. La patente, sin embargo, no da pista de lo que puede haber sido su capacidad. En un artículo para la Revista Century Magazine, Tesla compara la energía extraída del ambiente al trabajo de otros científicos que estaban intentando condensar los gases atmosféricos en líquidos. En particular citó el trabajo del Dr. Karl Linde, que descubrió lo que Tesla describió como un método auto-enfriador para licuar el aire. Como dijo Tesla, “Esta es la única prueba experimental que yo estaba todavía queriendo, que la energía era obtenible del medio, del modo contemplado por mí”.


Lo que vincula el trabajo de Linde con la bobina electromagnética de Tesla es que ambas usaban un doble camino para el material con el que trabajaban. Linde tenía un compresor para bombear el aire a una alta presión, dejar que la presión cayera, conducirlo a través del tubo y, luego, usar ese aire enfriado para reducir la temperatura del aire entrante, haciéndolo viajar de regreso hacia arriba por el primer tubo y, luego, a través de un segundo tubo envolviendo al primero. El aire ya enfriado es agregado al proceso de enfriamiento de la máquina y, rápidamente, condensa el gas en líquido. El intento de Tesla era condensar la energía atrapada entre la tierra y su atmósfera más alta, y convertirla a corriente eléctrica. El visualizaba al sol como una inmensa bola de electricidad, positivamente cargada con un potencial de unos 200 billones de voltios. La Tierra, por otra parte, está cargada con electricidad negativa. La enorme diferencia de potencial eléctrico entre estos dos cuerpos constituía, por lo menos en parte, lo que Tesla llamaba energía cósmica. Variaba de noche a día y de estación en estación, pero estaba siempre presente.



PATENTES DE GENERADORES ELECTRICOS Y MOTORES

Las patentes de Tesla para generadores eléctricos y motores fueron concedidas a finales de 1880. Durante la década de 1890, la gran industria de energía eléctrica, como Westinghouse yGeneral Electric, entraron en acción. Con decenas de millones de dólares invertidos en plantas y equipo, la industria no estaba para abandonar una tecnología tan provechosa por otra más nueva. Tesla vio que los beneficios podrían hacerse con el generador automático. 

Pero las industrias dominantes vieron el impacto negativo que tendría el dispositivo en su propia evolución tecnológica de finales del siglo XIX. Al final de este artículo en el Century, Tesla escribió: “Trabajé durante mucho tiempo totalmente convencido que la realización práctica del método de obtener energía libre del sol sería de incalculable valor industrial”. Años más tarde, en 1933, hay una entrevista con Tesla bajo el titulo:”Tesla atrapa Energía Cósmica”. En ella le preguntaban si la repentina introducción de su principio trastornaría el presente sistema económico, a lo que el Dr. Tesla respondió: “Ya está gravemente trastornado”. Y agregó: “Ahora más que nunca está el tiempo maduro para el desarrollo de nuevas tecnologías“.

En una conferencia de prensa para celebrar sus 76 años, Tesla anunció que había inventado un motor de rayos cósmicos. Cuando le preguntaron si era mucho más poderoso que el radiómetro de Crooke, Tesla contestó, “Miles de veces más poderoso”. Tesla afirmaba que del potencial eléctrico que existe entre la plancha elevada (positiva) y el suelo (negativa), la energía se generaba en el condensador. Y, después de un intervalo conveniente de tiempo, la energía acumulada producía una poderosa descarga. Desafortunadamente, esta invención, como muchas otras que Tesla efectúo hacia el final de su vida, supuestamente nunca se mostró. Por lo menos nunca fue mostrada en público. Cuando murió, había el equivalente de la carga de un vagón entero de ferrocarril lleno de materiales de Tesla confiscados por el gobierno. Desde 1942 hasta 1945, durante la llegada de los científicos nazis y de los archivos secretos de guerra de la Alemania Nazi, obtenidos mediante la Operación Paperclip, oficiales de la Base de la Fuerza Aérea Wright-Patterson tomaron posesión de todos los documentos y otros materiales de Tesla, que fueron clasificados como secretos del más alto nivel. El resto de los documentos de Tesla en manos del gobierno todavía están clasificados como secretos. Hay literalmente toneladas de notas, documentos, dibujos y planos, así como más de veinte cajas de material de Tesla, todavía no encontrado.

Actualmente no hay manera de saber si el motor de rayos cósmicos de Tesla es operativo o no. Sin embargo, evidencias encontradas en los diarios perdidos de Tesla parecen indicar que la energía libre es posible. Y, dentro del marco de trabajo de la ciencia conocida, Richard Scott McKie diseñó y probó en 1991 un pequeño modelo de un Módulo de Energía...(Para saber más de TESLA y las fuentes de energía libre: www.oldcivilizations.worldpres.com)


Cuando Tesla murió el 7 de enero de 1943, a la edad de 86 años, representantes de la Oficina de Propiedad de Extranjeros, a petición del FBI, fueron a los hoteles de Nueva York donde se había hospedado y se apoderaron de todas sus pertenencias. Dos camiones llenos de documentos, muebles y artefactos fueron enviados a la Compañía de Bodegas y Almacenamiento de Manhattan. 

Después de la muerte de Tesla se dictó un plan del gobierno de los Estados Unidos para encontrar todos sus documentos, notas e investigaciones antes de que otras potencias extranjeros pudieran encontrarlos. Era conocido por el FBI que la inteligencia alemana ya se había apoderado de una gran cantidad de las investigaciones de Tesla varios años antes de su muerte. El material robado, se piensa, eventualmente resultaría en el desarrollo de los platillos voladores de los nazis. Los Estados Unidos iban a asegurarse que esto no sucediera de nuevo. Cualquier cosa, aun remotamente asociada con este gran hombre, fue rápidamente confiscada y guardada en las redes secretas de los Estados Unidos antes de la II Guerra Mundial. 

Sin embargo, más de una docena de cajas con las pertenencias de Tesla, dejadas atrás en hoteles como el Waldorf Astoria, el Governor Clinton y el San Regis ya habían sido vendidos para pagar las excepcionales deudas de Tesla. La mayor parte de estas cajas y los secretos que contenían nunca han sido encontrados. Esta carga fue agregada a los casi treinta barriles y bultos que habían estado en almacenamiento desde 1930, y la colección entera fue sellada.

La mayor parte de estas cajas y los secretos que contenían nunca han sido encontrados, aunque se cree que algunos de estos documentos fueron subastados en su día y permanecen en poder de particulares.




Fuentes:

www.bibliotecapleyades.net/tesla/lostjournals/lostjournals_sp01.htm
http://oldcivilizations.wordpress.com/2011/10/15/una-extrana-historia-del-genial-cientifico-nikola-tesla/














martes, 11 de noviembre de 2014

Inventos sorprendentes de la antigüedad

A menudo cuando reflexionamos sobre el avance vertiginoso de la tecnología (aún me recuerdo en 1995, no hace ni 20 años, como una de las primeras usuarias del email de mi Universidad...) olvidamos que la humanidad y las sociedades tecnológicas se remontan a muchos años de historia antes de nosotros... Sirva este artículo para no sentirnos tan sabios simplemente por el hecho de ser modernos...

(Fuente: dientes de sable.wordpress.com)

No porque en la antigüedad no hayan inventado los teléfonos inteligentes eran menos avanzados que nosotros. En realidad, las investigaciones han demostrado que los pueblos antiguos crearon y emplearon tecnologías avanzadas que apenas y hemos llegado a comprender. La humanidad aún guarda muchos misterios. Veamos pues, 5 grandes inventos y avances tecnológicos creados por nuestros antepasados, que quizá no conocias.

5 – La copa de Licurgo

La copa de Licurgo es un antiguo cáliz romano. Seguramente te estás preguntando qué puede haber de tecnología avanzada en una copa. Los científicos tampoco notaron nada especial en ella, hasta que la pusieron a contraluz. Tiene un color verde cuando es iluminada por enfrente que cambia a rojo cuando se ilumina desde atrás.
copa de Licurgo
En 1990, investigadores británicos intentaron revelar el misterio tras esta copa. Concluyeron que el vidrio para su elaboración estaba repleto de oro y plata, con granos mil veces más finos que el grosor de un cabello humano. Básicamente, los romanos descubrieron la nanotecnología – la ciencia de la manipulación de partículas extremadamente pequeñas – y la usaron para hacer que una copa brillara con diferentes colores.
Para construir la copa, tuvieron que moler oro y plata en granos mucho menores que los de la arena y fundirlos al vidrio en proporciones específicas para producir los efectos subatómicos que apenas y hemos comenzado a comprender en las últimas décadas.
copa de Licurgo luz
Por alguna razón, los científicos no tuvieron el permiso para manipularla y experimentar con ella, entonces hicieron su mejor esfuerzo para elaborar una réplica. También concluyeron que, probablemente, la copa también cambiaba de color dependiendo del tipo de líquido que se vertía en ella.
Además, resulta mucho más eficaz en la detección de diferentes tipos de sustancias en el aguaque los sensores modernos, lo que significa que la ciencia está considerando emplear esta tecnología de la época de Cesar para mejorar los modernos detectores de sustancias.

 4 – Disco Uunartoq

En el pasado, navegar a través de los mares era una tarea extremadamente complicada. Si deseabas ir, digamos, de Europa a las Américas, era muy probable que terminaras en Madagascar, ya que el agua parece la misma en todas las direcciones allí afuera.
Los científicos se intrigaron por conocer la forma en que los Vikingos eran consistentemente capaces de viajar en una línea completamente recta desde Noruega a Groenlandia y regresar por el mismo camino, que equivale a aproximadamente 2,500 kilómetros. Entonces, en 1948, encontraron un antiguo artefacto vikingo en un convento del siglo XI, y concluyeron que era una brújula impresionantemente avanzada.
Disco Uunartoq
Antes de las brújulas magnéticas, los viejos marineros tenían que encontrar su camino usando los relojes de sol. Como puedes imaginar, la noche e incluso un día nublado resultaba un gran problema. La brújula de los Vikingos, conocida como disco Uunartoq, además de ser un reloj de sol increíblemente sofisticado, con varios grados de sombra para localizar los puntos cardinales, poseía lo que en registros medievales es referido como un cristal “mágico”, que le permitía funcionar incluso cuando el sol no estaba disponible.
Sí, colocamos “mágico” entre comillas porque la ciencia no tenía una buena explicación para el cristal en la época, pero actualmente los investigadores creen que un cierto tipo de cristal colocado en el dispositivo podía, de hecho, haber creado un patrón en el disco incluso cuando era expuesto a una luz débil, y este patrón podría haber ayudado a los Vikingos a encontrar su camino.
Los investigadores hicieron una prueba y descubrieron que el disco funcionaba con menos de cuatro grados de error, lo que se equipara con las brújulas modernas. Y esto que ni siquiera sabemos todo sobre el dispositivo, toda vez que sólo pudieron recuperar la mitad.

 3 – Brocas chinas

La sal era un recurso de mucha importancia en el mundo antiguo que servía, entre otras cosas, como un preservante de alimentos mucho antes de que existiera la refrigeración. Sin embargo, cuando se vive en un país tan grande como China, no es tan fácil hacer un viaje a la playa para recoger agua de mar como una practica diaria. Así, los chinos no tenían mucho de donde elegir a no ser que fuera cavar en busca de este oro blanco.
chinos extraen sal antiguedad
Como consecuencia, inventaron una broca enorme que consistía en una rama de bambú con un poco de hierro al final, que varios hombres usaban para excavar pozos profundos. Estos pozos de sal del siglo III alcanzaban los 140 metros bajo el suelo con toda eficacia.
Los métodos de perforación no sólo eran ingeniosos, sino sofisticados. Los chinos incluso diseñaron todo un repertorio de brocas de perforación para diferentes circunstancias, con protocolos de seguridad incluidos.
broca china antiguedad
Estos pozos que los chinos excavaban también liberaban metano, es por eso que recibieron el mote de “pozos de fuego”. Lo que inicialmente era un problema explosivo se convirtió en un recurso más para aquel pueblo, conforme se fueron dando cuenta que podían emplear ese gas natural para alimentar con energía sus dispositivos antiguos. Transportaban el metano a través de una serie de ductos de bambú de largo alcance que llevaban tanto agua salada como gas a grandes distancias, incluso sobre las calles.

 2 – Pilar de hierro de Delhi

Sabemos que las personas en el medioevo, e incluso antes, tenían la capacidad de revestir materiales con finas capas de metal como el oro y la plata. De hecho, sus métodos funcionaban tan bien que resultan mucho mejores de los que empleamos en la actualidad. Leíste bien: aun no alcanzamos la eficiencia de una técnica de la Edad Media.
Pilar de hierro de Délhi
El Pilar de hierro de Délhi es una columna situada en el complejo Qutb, en Delhi, India. Fue construida alrededor del año 400 y burla completamente a los arqueólogos y metalúrgicos de todo el mundo, porque tiene 1,600 años de antigüedad y aún no ha sido afectada por la corrosión. Compara esto con tu automóvil 1990 y ya te darás cuenta del logro que significa esto.
Los estudios del pilar muestran que su composición es extraordinariamente rica en fosforo, que parece haber protegido al metal de los devastadores efectos de la naturaleza. Básicamente, éste nutre una fina película inofensiva de óxido que combate a un óxido más profundo y perjudicial. Y no es ningún accidente: obras anteriores no poseen este fosforo, mientras que varias estructuras posteriores fueron forjadas de esta misma forma.

 1 – El robot programable de Herón de Alejandría

Herón de Alejandría fue un sabio matemático y mecánico griego al comienzo de la era cristiana. Esta mente brillante fue responsable de la primera máquina a vapor, la puerta automática e incluso del primer robot – todo eso durante el primer siglo de nuestra era. Además, los investigadores le dan el crédito por haber inventado el primer robot programable en la historia.
Puede parecer una tontería llamar “robot” a la invención de Herón, sobre todo si tomamos en cuenta que se trata de un carro de madera con tres ruedas movido por cuerdas en lugar de electricidad. Sin embargo, el dispositivo empleaba un sistema de pesos y poleas cronometradas, de forma que podía moverse con autonomía, hacer curvas y rodear a los seres humanos a muy poca distancia.
A pesar de su simplicidad, científicos en computación dicen que básicamente esta es la manera en que todos los robots operan. Es como si las cuerdas fueran una “secuencia de código”. Los investigados llegaron a construir uno para mostrar que funcionaba y que no se trataba solamente de un producto de la imaginación del griego.